PAGANO

Pagano es un concepto que se encuentra por primera vez en inscripciones cristianas de principios del siglo IV en el ámbito cultural del Imperio romano para designar a quienes adoraban a los dioses y, por ende, rechazaban la creencia en un dios único que, según las creencias judías y cristianas, se habría revelado en la Biblia.

Aunque algunos paganos podían tener creencias filosóficas de tipo monoteísta, se diferenciaban de los judíos y cristianos (y posteriormente de otras religiones abrahámicas como el Islam) en que no consideraban a la Biblia como libro sagrado y no rechazaban las prácticas tradicionales de veneración a los dioses, que cristianos y judíos calificaban de idolatría.

Otros usos del término

El término pagano y sus equivalentes en otros idiomas también han sido utilizados por corrientes cristianas para designar a otras que se definen como cristianas pero conservan cultos sincréticos que recuerdan al paganismo.

Por ejemplo, en la Iglesia de Bizancio los iconoclastas consideraban paganismo el culto a las imágenes de los iconodulas.

Para algunos protestantes el culto a los santos de la Iglesia Ortodoxa, de la Iglesia Copta, de la Iglesia Anglicana y de la Iglesia Católica, (entre otras iglesias) sería una especie de paganismo.

Igualmente, algunos eclesiásticos católicos europeos calificaban como semi-paganas prácticas sincréticas de los nativos americanos o asiáticos evangelizados.

Desde el siglo XIX, el desarrollo de un ocultismo ilustrado en la civilización occidental ha llevado a que algunos cultos se definieran a sí mismos como paganos y recuperen antiguas tradiciones paganas europeas. Es lo que a veces se llama Neopaganismo. Aunque el término pagano ha sido usado para referirse a las religiones politeístas como el hinduismo, el animismo, el Vudú y las religiones afroamericanas, el chamanismo amerindio, el shinto, la religión tradicional china, y erróneamente hasta al budismo