Es o bien la única deidad, en el monoteísmo, o la deidad principal, en algunas formas de politeísmo, como en el henoteísmo (creencia religiosa según la cual se reconoce la existencia de varios dioses, pero sólo uno de ellos es suficientemente digno de adoración).
Dios también puede significar un ser supremo no personal como en el panteísmo, doctrina filosófica según la cual el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de "Dios".
En algunas concepciones es una mera idea o razonamiento sin ninguna realidad subsistente fuera de la mente, como en los sistemas materialistas.
A menudo Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor del universo. Los teólogos han asignado una variedad de atributos a las concepciones diferentes de Dios. Entre estos, los más comunes son:
Omnisciencia: Capacidad de saber todo lo que se necesite saber.
Omnipotencia: Es el poder sin límites e inagotable, en otras palabras poder infinito.
Omnipresencia: Capacidad de estar presente en todas partes simultáneamente.
Omnibenevolencia (perfecta bondad): Cualidad a ser bueno o tener buena voluntad con todos o todo.
Simplicidad divina: En el ámbito de la teología, la doctrina de la divina simplicidad establece que Dios no posee partes. El ser de Dios es idéntico a los atributos de Dios. En otras palabras, características tales como omnipresencia, bondad, verdad, eternidad, etc. son idénticas a su ser, no cualidades que conforman su ser.
Existencia eterna y necesaria.
También ha sido concebido como de naturaleza incorpórea, un ser personal, la fuente de toda obligación moral.
